viernes, 13 de mayo de 2011

QUE QUEREMOS COMO SOCIEDAD?

Luego de leer decenas de comentarios sobre la muerte de un fichado distribuidor de DROGAS en nuestro municipio y observar la multitudinaria marcha fúnebre que lo acompaño en su entierro, me hace pensar que nuestra sociedad va directa al precipicio.



Los comentarios nos dicen claramente hacia donde nos dirigimos como sociedad.


Su desaparición física. No nos garantiza que se vayan a terminar los puntos de venta de Droga y mucho menos que no habrá consumidores. Pero se podrían tomar medidas para que en ninguno de nuestros barrios se vuelva a instalar o mudar, algún Capo o Zaar de las Drogas.


En estos momentos tenemos un pueblo con más puntos de drogas que: escuelas, iglesias, clubes y centros culturales juntos. Entonces se puede fácilmente pronosticar que nuestra juventud se convertirá rápidamente en una sociedad podrida y sin futuro, porque cuando un individuo comienza a consumir drogas, ya hay un problema: tanto para su familia, como para la sociedad.


Desde ahora deberíamos de mantenernos vigilantes y muy atentos a quienes o quien se muda en nuestro vecindario o calle. Y nuestros Líderes y Dirigentes atentos a que las autoridades encargadas de controlar este mal hagan su trabajo y que no se aprovechen para su beneficio cobrando los famosos peajes por hacerse de la vista gorda.


Si no controlamos este mal o ponemos empeño para mantenerlo alejado de nuestra juventud y barrios, entonce, lo que nos espera es sombrío y me preocupa. Por eso propongo que le hagamos frente a este mal apelando a la acción preventiva y no a la represiva, porque perderíamos la guerra si nos enfocamos en los efectos que produce y no en las causas que la provocan.


Considero que este tema de las drogas, debe ser tratado por todos los sectores de la sociedad y que deben de pronunciarse en su contra todos, para que las autoridades lo tomen como una epidemia y no como una simple noticia que después de leída o escuchada se tira al olvido.


Si no enfrentamos este mal, ahora que estamos a tiempo ¿Qué futuro le espera a nuestra juventud y al pueblo en general? No lo sabemos. Entonces tendríamos que preguntarnos hacia dónde vamos; y la repuesta no seria muy complaciente, porque ese camino nos lleva de seguro al precipicio. Lugar donde han llegado individuos, familias, sociedades y pueblos enteros que han sucumbido ante este mal.


www.riosanjuaneros.blogspot.com



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