Alejandro ¨ la Jupia Viloria , miembro de una de las juntas de vecinos de Buenos Aires y residente en el mismo lugar, se queja de que siempre que alguien pasa al lado de una caseta, propiedad de la señora Yoya Vicioso, y le topa al zinc de esta, ella se le aparece en su casa armada con un Colin, acusándolo a El. Lo mismo cuando en el vecindario los jóvenes y niños se ponen a jugar ¨vitilla¨ y la tapa cae sobre la caseta o el zinc de su casa, dicha señora corre en su busca de forma agresiva y amenazante, sin El tener culpa de nada, por lo que le pide a las autoridades municipales que tomen cartas en el asunto, pues no quiere faltarle a respecto a esta señora.
Para tal caso, le pide a la sala que retiren dicha caseta de la acera que además de los problemas que le esta causando impide el libre transito peatonal por la transitada calle Capotillo.
El señor Viloria, le recuerda a la sala capitular que esta señora fue desalojada de la parada en tiempo del sindico Francisco Duarte y que para ese tiempo le dieron una indemnización de 30 mil pesos, sin embargo la vieja Yoya, como todos le dicen en el barrio dejo su rancheta en la vía publica.
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